RESUMEN.
El tiempo es un recurso valioso del que disponemos todas las personas, pero; si no se administra con sabiduría entonces se pierde y no es posible recupéralo. Por lo cual, es bueno hacer una reflexión de como lo estamos empleando, a fin de procurar darle un uso apropiado.
INTRODUCCIÓN
Si se toma una calculadora y se multiplican los años de nuestra edad por los 365 días del año, obtendríamos el número de los días que hemos vivido. Si el número de nuestros días los multiplicamos por 24, podemos obtener las horas de vida que hemos tenido y si nuestras horas vividas las multiplicamos por 60, entonces sabremos los minutos que llevamos viviendo y si a estos los multiplicamos por 60, tendríamos el total de los segundos de vida de nuestra existencia sobre esta tierra. Nuestra vida entonces se da segundo a segundo, minuto a minuto. Una persona mayor de 10 años en estado de reposos registra 60 a 100 latidos de su corazón por minuto. Cada latido de nuestro corazón parece recordarnos que el tiempo corre y no se detiene.
1 ¿Qué es el tiempo?
Es esa dimensión en la que transcurre la existencia. En otras palabras, es la serie sucesiva de momentos o instantes en los que se da la existencia. Cuando se conjunta el tiempo y el espacio se conforma el escenario en donde se desarrolla la historia.
2 El valor del tiempo
A Si amas la vida, no malgastes el tiempo, porque es la tela de la vida. (Benjamín franklin)
B La pérdida de un instante no puede recuperarse ni con toda la eternidad. (Anónimo).
C Pasan las horas y caen en nuestra cuenta. (Reloj de sol en Oxford).
D Malgasté el tiempo y el tiempo ahora me malgasta a mí. (Shakespeare)
F ¡Pérdida! Se ignora dónde, entre el alba y el crepúsculo, se perdieron dos horas de oro en juegos de 60 minutos de diamante. No se ofrece gratificación alguna porque se perdieron para siempre. (Horace Mann).
3 ¡Cuidado con derrochar el tiempo!
En un taller donde se trabaja el oro, tienen un entarimado movible, para aprovechar así, el barrerlo, el finísimo polvillo cuyo valor asciende a miles de pesos anuales. Del mismo modo, toda persona debe poseer una redecilla donde conservar “las raeduras y migajas de existencias y los trocitos de horas” que barren y tiran a la basura la mayoría de las gentes. Quienes acumulan minutos sueltos, medias horas sueltas, ratos ociosos y esperas de personas no puntuales, logra resultados que asombran a todos aquellos que ignoran este preciosismo secreto.
Necesitamos aprender cómo se pueden aprovechar los insignificantes trocitos de tiempo que denominamos momentos. “Todo cuanto hice y espero hacer lo hice y lo haré, idea por idea, acto por acto, de acuerdo con aquel laborioso, paciente y constante procedimiento con que abastece la hormiga su hormiguero” (Eliu Burritt).
4 Los años de nuestra existencia según la biblia
El Salmo 90: 1 – 12 dice:
Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación. Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios. Vuelves al hombre hasta ser quebrantado y dices: convertíos, hijos de los hombres. Porque mil años delante de tus ojos son como el día de ayer, que pasó, y como una de las vigilias de la noche. Los arrebatas como con torrente de aguas; son como sueño, como la hierba que crece en la mañana. En la mañana florece y crece; a la tarde es cortada, y se seca.
Porque con tu furor somos consumidos y con tu ira somos turbados. Pusiste nuestras maldades delante de ti, nuestros yerros a la luz de tu rostro. Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; acabamos nuestros años como un pensamiento. Los días de nuestra edad son setenta años; y si en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan, y volamos. ¿Quién conoce el poder de tu ira, y tu indignación según que debes ser temido? Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.
La última frase es interesante ya que como canta Julio Iglesias:
De tanto correr por la vida sin freno, me olvidé que la vida se vive un momento. De tanto querer ser en todo el primero, me olvidé de vivir los detalles pequeños. De tanto jugar con los sentimientos, viviendo de aplausos envueltos en sueños. De tanto gritar mis canciones al viento, ya no soy como ayer, ya no sé lo que siento. Me olvidé de vivir, me olvidé de vivir, me olvidé de vivir, me olvidé de vivir.
De tanto cantarle al amor y la vida, me quede sin amor una noche de un día. De tanto jugar con quien yo más quería, perdí sin querer lo mejor que tenía. De tanto ocultar la verdad con mentiras, me engañé sin saber que era yo quien perdía. De tanto esperar, yo que nunca ofrecía, hoy me toca llorar, yo que siempre reía. Me olvidé de vivir, me olvidé de vivir, me olvidé de vivir, Me…
5 La Administración sabia del tiempo
El Filósofo en su libro El Eclesiastés (3:1) dice: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.”.
El Apostos Pablo le escribe a sus a lectores: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”
Preguntas de reflexión.
¿Cuál sería la forma de vivir sabiamente?
¿Por qué debe aprovecharse el tiempo?
¿He sido sabio en el uso del tiempo?
“Eenséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”. (Salmo 90:12).
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