RESUMEN.
A lo largo de este breve ensayo he abordado a grandes rasgos tres aspectos esenciales de la Biblia, a decir, su naturaleza, historia; especialmente en terminos del texto, su desarrollo y traducción y su efectosobre el individuo que se acerca con una óptica de convicciones y certeza en su contenido, la luz de la propia descripción bíblica. Hablar de un libro único, universal y literalmente vivo no es una tarea sencilla y conlleva riesgos que no deben correrse sin los conocimientos teológicos, histórico-contextuales y literales que tal documento envuelve. El estudio de la biblia es apasionante en todos sus aspectos.
Naturaleza
No hay otro documento con la naturaleza, la historia y el efecto que la biblia ha tenido a lo largo de la historia y sigue teniendo como un libro milenario de origen divino y por lo tanto con vida y verdad para el ayer, el hoy y el mañana. No es posible hablar de la Biblia y tener una perspectiva real de la misma si no comenzamos por apreciar su naturaleza, y al hablar de la naturaleza de la Biblia vamos a hacerlo a partir de tres preguntas básicas: ¿Qué es la biblia? ¿Cuál es su origen? Y ¿Cuál es su propósito? Conocer la naturaleza de la Biblia nos coloca en la posición adecuada para apreciar su historia desde un punto de vista real, y esto a su vez nos coloca ante el desafío de explorar y experimentar su efecto.
Entonces ante la primera interrogante, tenemos que la Biblia es la palabra revelada de Dios, y esta es una conviccion del cristianismo de todas las confesiones, esto es un principio indiscutible a nivel general. La palabra y la accion son las principales formas en que una persona se expresa o se revela asi misma. Dios se ha revelado por su accion en la naturaleza y en la historia, y por su palabra. En eso se resume lo que llamamos “la revelación”(Camargo, 1980).
De manera que si la Biblia es la palabra de Dios, su origen está en el mismo Ser de Dios. Toda la escritura es inspirada por Dios (2 Timoteo 3:16). Inspiración significa “aliento” sobrenatural de Dios. Implica que el Espíritu Santo llevo o impulso a los autores sagrados para recibir y comunicar la verdad divina (Quintero, 2017). Benjamín Warfield afirma que “Inspiración es… la influencia sobrenatural ejercida sobre los escritores sagrados por el Espíritu de Dios, en virtud de la cual, sus escritos son el resultado de la veracidad divina” (Citado por Quintero 2017). De modo que al acercarnos al texto bíblico tenemos; “la expresión escrita del mensaje divino” (Camargo, 1980). Es decir, la expresión de los pensamientos, sentimientos, planes, propósitos de Dios.
Propósito
El propósito de la Biblia es impresionante, desde la apreciación literal al leer su autodefinición de propósito, hasta el poderoso efecto que surte en quienes asumen con fe la palabra inspirada de Dios. “… útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17). “Perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” esto tiene una proyección mucho más allá de los entornos de la vida religiosa, trasciende las vocaciones humanas y todos los niveles de conocimiento a los que pude escalar el individuo para ser cada día perfecto, bueno al obrar en cualquier área o esfera de la vida en la que se desenvuelva, cumpliendo su diseño y propósito.
Histórico
En cuanto a su aspecto histórico, Dios hablo por medio de hombres a quienes su Espíritu guía e inspira. El portavoz o escritor es un “ferómenos” (2 Pedro) literalmente un “llevado” o “transportado” por el Espíritu Santo. Lo que escribe en esas condiciones es “teópneustos”, literalmente algo que contiene el soplo, el aliento, al inspiración de Dios (Camargo, 1980). De modo que los autores bíblicos no actuaron de forma mecánica, los hombres que Dios escogió, los capacito para esta tarea, de manera que hablaron y escribieron lo que Dios quizo, ellos escribieron la redacción de Dios pero inspirados desde dentro.
Tales escritos fueron desarrollados en condiciones, sociales, políticas y culturales diferentes a las nuestras, el Antiguo Testamentofue escrito en el idioma hebreo a excepción de partes del libro de Esdras (4:8 a 6:12 y 7:12-26) seis capítulos del libro de Daniel (2:4 a 7:28), un versículo de Jeremías (10:11) y dos palabras en Génesis (31:47) las cuales fueron escritas en “arameo”. El idioma hebreo toma su nombre del pueblo hebreo, y fue la lengua hablada por los judíos. El Nuevo Testamento fue escrito en el idioma “griego”. En Egipto floreció el griego alejandrino o griego común conocido como “Koiné”. Este fue el idioma utilizado en la traducción del hebreo del Antiguo Testamento a la versión de los setenta conocida como la Septuaginta.
Los primeros textos y en general el Antiguo Testamento se pusieron por escrito sobre tablas de piedra, metales, tablillas de arcilla o barro, el papiro y los cueros de animales y al final del AT se utilizó el lino. El papiro fue utilizado en los primeros tres siglos de la era cristiana, después se pasó a la vitela, tela de cuero muy fina, posteriormente se pusieron copias del NT sobre papel el cual fue inventado en la China en el siglo II. La trasmisión del texto ha tenido un larguísimo y apasionante recorrido, el testimonio propio de la Biblia, el testimonio literario asi como el histórico no hacen más que confirmar su naturaleza, según cita el Dr. Camargo:El profesor Shemaryahu Talmón de la Universidad Hebrea de Jerusalén, ha dicho: “Probablemente no hay ningún otro texto, antiguo o moderno, testificado por tantos diversos tipos de fuentes, y cuya historia sea tan difícil de elucidar como la del texto del Antiguo Testamento”.
Testimonio de esto dan las antiguas versiones, en primer lugar la traducción del AT al idioma griego, trabajo realizado en Alejandría entre los años 250 y 150 a.C. Aprox. Conocida como la Septuaginta. Los tárgumes, versiones al arameo como el de Onkelos (siglo II y III d.C) Del siglo I, las versiones griegas de Aquila, Teodoción y Símaco, del siglo II las siriacas, especialmente la llamada Peshita, del siglo II o III; la llamada Vetus Latina y la Vulgata latina de fines del siglo IV d.C.Y todo un largo periodo de traducciones hasta llegar a nuestros días con versiones en español.
Después de la formación de los libros de la biblia vino la formación del “canon”, esta palabra viene del griego a través del latín y significa literalmente una vara, norma, o regla en sentido figurado. En el siglo II significo; la verdad revelada, “la regla de fe”. En referencia a “lista”, “índice” o “catalogo” de libros sagrados, oficialmente reconocidos por las autoridades religiosas, como normativos para los creyentes. Aparece en la literatura patrística del siglo IV d.C. en el Concilio de Laodicea (363), hasta su uso como sinónimo de “la Biblia”. La Canonicidad consiste en las razones que se dan para justificar la inclusión de un escrito en el canon. (Camargo, Breve Historia del Canon Biblico, 1980). El dictamen de clausura del canon del AT se dio en Yabneh (o Jamnia), entre los años 90 y 100 d.C. En cuanto al NT fue entre los años 100 al 170 que se dieron los primeros pasos para la formación del mismo y con el uso a partir del siglo IV del término “Canon”, los concilios de Hipona (393 d. C.) y Cartago (397 y 419 d.C.) Reconocieron oficialmente los libros que habían sido considerados por la iglesia primitiva como inspirados y autoritativos.
Influencia
Para hablar del gran efecto que la Biblia tiene, nos vasta en este breve ensayo aunado a las palabras de San Pablo a Timoteo, las inspiradoras y apasionantes palabras del gran poeta y cantor de Israel, el salmista David, quien en el salmo 19, da una detallada pero penetrante descripción de su efecto, “La ley (palabra) de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal” (Salmo 19:7-10). No existe sobre la tierra ningún documento vivo, con un efecto como el de la Biblia, produce los individuos enteramente preparados que el mundo necesita, con un alma convertida a la integridad y la dignidad, hombres sabios, rectos y de corazón alegre, mirada limpia, y vida justa.
La biblia –no cabe duda- es el libro más universal y el que conoce mayor número de traducciones y el que ha sido traducido a mayor número de lenguas. En su inmensa mayoría, ya desde la antigüedad, las traducciones de la Biblia lo han sido para facilitar el conocimiento de la Palabra de Dios (Urbina, 1996). La biblia ha sido traducida a más de 1650 idiomas y dialectos antiguos y modernos. De manera general se abarcan 300 lenguas o en partes de ella. Según reportes de la Sociedad Bíblica en América Latina el NT ha sido traducido a más de 500 idiomas y dialectos.
Consideremos que las escrituras de Dios son la más sublime filosofía. Encuentro más indicios de autenticidad en la biblia que en cualquier otra historia profana. (Isaac Newton)
BIBLIOGRAFIA
Camargo, G. B. (1980). Breve Historia del Canon Biblico. Mexico: Luminares.
Camargo, G. B. (1980). Breve Historia del Texto Biblico. Boletin Biblico, 18.
Quintero, M. C. (2017). Bibliología. San Jose, Costa Rica: CLIR.
Urbina, J. C. (1996). La traduccion de la Biblia. Enfoque filiologico y enfoque doctrinal o con fines pastorales. Hieronymus Complutensis, 101-117.
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